domingo, 26 de agosto de 2012

Vivo en Virtualia


Mi lugar de residencia físico es en Santiago de Chile, pero cada vez paso más tiempo en Virtualia.

Virtualia es el país más grande del mundo, con dos mil millones de habitantes de todas partes del mundo. Tiene la economía más pujante del planeta, creciendo por sobre el 15% anual desde que se fundó. Es el lugar donde más se están creando empleos, con 2,6 empleos nuevos por cada uno que se destruye.  El año 2010 movió más de 8 trillones de dólares en comercio, y a pesar de que es de reciente creación, su PIB ya supera al de Canadá. Ha permitido la creación de las empresas más valiosas de la historia.

En Virtualia todos somos iguales. No importa si entraste a través de una conexión de fibra óptica a 100 Mbps o en un cibercafé de una población a 512Kbps; no importa si usaste lo último de Apple o un PC antiguo. Una vez dentro, todos cuentan por igual, sin discriminación de raza, edad, estrato socioeconómico, género, creencias religiosas o país de origen. Lo de “igualdad de oportunidades” no es un slogan ni un ideal: es real. Todos tienen acceso a la misma información y a las mismas herramientas: para buscar información, para informarse, para entretenerse, para buscar trabajo, para trabajar, para educar, para aprender, para comunicar, para contactar, para emprender, para innovar, para opinar, para mover, para impulsar, para cambiar…

En Virtualia hay verdadera libertad. Libertad de expresión, libertad de asociación, libertad de reunión, libertad de pensamiento. Y se puede ejercer efectivamente. Puedes opinar de lo que quieras, con quien quieras y cuando quieras. Puedes participar en miles de foros sobre cualquier tema y debatir tus ideas. Pero esta libertad es con responsabilidad, puesto que todo lo que digas o escribas ¡queda grabado! Cada uno es responsable de sus dichos y posiciones. Y si cambias de opinión, está perfecto. Y si a alguien le parece mal, habrá otros que les parezca bien. En Virtualia no tienes que temer. Hay algunos países en los que lamentablemente este derecho está perseguido, pero la inmensa mayoría que llega a Virtualia puede ser verdaderamente libre.

En Virtualia trabajamos en conjunto. A través de redes cooperamos para llevar a cabo algo en común. Nos unimos detrás de proyectos comunes. Podemos encontrarnos rápidamente, organizarnos y comenzar a actuar. La mayoría de las veces, lo hacemos sin esperar dinero a cambio, ni buscar fama ni ninguna otra recompensa. Apoyamos las causas que nos parecen justas, disentimos de las que no estamos de acuerdo. Nos enfrentamos, pero nadie sale herido. No hay sangre. Tenemos más o menos un consenso sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto. Tenemos nuestra agenda: no la ponen ni los gobernantes, ni la política, no los medios de comunicación,  ni las grandes corporaciones.  En Virtualia todos pueden comunicarse con todos, por múltiples medios. Llegando al contacto del contacto del contacto del contacto del contacto, podernos llegar a cualquiera de los 2 mil millones. En cinco pasos.

En Virtualia no hay un “gobierno central”. Realmente, es el gobierno de la gente con la gente y para la gente. El crecimiento económico, el enorme dinamismo social, la gran innovación generada, no es gracias a ninguna política de un gobierno concreto. La hemos construido entre todos. Los gobiernos nos han ayudado quedándose al margen. En Virtualia nadie manda. Nadie puede decir que lo controla, y no hay manera que lo haga. Los poderosos en Virtualia pueden perder su poder en cuestión de un par de días, y lo han aprendido rápido, porque el poder no viene de ellos sino de la gente que confía en ellos. Para tener, tienen que dar. Para recibir, tienen que compartir. Si no, se quedan sin público.

Por lo tanto, en Virtualia lo de “libertad, igualdad y fraternidad” tampoco es un slogan, sino una realidad. Estamos haciendo una revolución genuina, sin pasarnos a llevar a nadie, sin buscar derramamiento de sangre. La primera revolución incruenta de la historia de la humanidad. En Virtualia lo de los “derechos inalienables evidentes, entre los que se encuentran la libertad, la vida y la búsqueda de la felicidad” no son retórica vacía, sino realidad. Sabemos que no cae del cielo, y que hay que ganarlo, pero sabemos también que es posible para todos, no solo para una élite.

En Virtualia estamos revolucionando la educación. Estamos yendo hacia una sociedad y una economía basada en activos intangibles e inherentes al ser humano: los talentos. Nuestra meta es que todos los habitantes de Virtualia puedan desarrollar todos los talentos con que nacen, porque sabemos que de hacerlo, todos ganamos. Así pues, estamos trabajando en nuevos modelos educativos que permitirán una educación de calidad, universal, personalizada y a una fracción del costo actual. Somos conscientes que la educación es la gran herramienta que permitirá el bienestar a todos los habitantes de Virtualia. No nos bastan los 2 mil millones: queremos que todos los habitantes de la Tierra vivan acá.

En Virtualia las cosas son más sencillas. No hay filas: ¡siempre te atienden inmediatamente! No necesitas sacar "número de atención", ni levantarte más temprano para ser recibido, ni perder tiempo en transportes para hacer cualquier cosa. Los trámites son rápidos. Los certificados te los dan inmediatamente. No necesitas ir al Banco, ni a la AFP, ni a la ISAPRE a comprar bonos de salud. No hay que llenar formularios con el impuesto a la renta, viene hecho, y si te sale a devolver, estás entre los primeros de la lista. 

En Virtualia también hay mal, no todo es color de rosa. Pero sabemos que, hasta el fin de los tiempos, el trigo y la cizaña crecerán juntos, lado a lado. La ventaja es que, como estamos más o menos de acuerdo en qué es bueno y qué es malo, estamos de acuerdo en qué mal combatir, y como somos miles de millones más quienes no queremos lo que consideramos malo, nos apoyamos mutuamente para combatirlo, siendo mucho más eficientes cada día que pasa.

Hay miles de millones de personas que aún no pueden incorporarse a esta tierra de oportunidades. Hay millones de personas que manejan países, negocios y organizaciones, que aún no se dan cuenta lo que está pasando frente a sus ojos, e insisten en seguir haciendo lo que han hecho siempre pensando que es la única forma de seguir adelante. Antes de que pasen 20 años, se encontrarán con que la mayor parte del mundo ya no vive como ellos piensan que vive. Verán que se mudaron a Virtualia. Porque Virtualia está en el alma de todas las personas, desde que son creadas.

Alfredo Barriga

PD: para quienes aún no entienden a qué me refiero, “Virtualia” es un lugar virtual un espacio intangible donde 2 mil millones de vidas humanas pasan buena parte de sus días. 

5 comentarios:

  1. Esto lo sabíamos... pero no nos habíamos dado cuenta. Grande Alfredo!

    ResponderEliminar
  2. Hay más: en Virtualia, ¡No hay filas! Te atienden inmediatamente, donde sea que vayas

    ResponderEliminar
  3. Si hay una cosa mas agradable en la vida, es no hacer filas jaja.

    Esta todo perfecto, el único miedo es que las grandes corporaciones están haciendo los esfuerzos necesarios para controlar (lo aparentemente incontrolable). y compran sitios web cuando se hacen mas menos conocidos, compran blogueros cuando tienen una cierta popularidad, si hasta los tuiteros influyentes son adquiridos por las marcas.

    Y todo esto para que?, para lograr hacer lo que ya hicieron con la radio y televisión. mostrar solo lo que quieren mostrar, y controlar la información, así como también desinformar.

    pero tengo esperanzas en lo que tu planteas, tengo esperanza en que somos mas que ellos.

    ResponderEliminar
  4. Virtualia fue un país virtual que funcionó cuando Internet se estaba recién empezando a hacer masivo en Chile. http://notibits.recinet.org/artic/virtalia.htm

    ResponderEliminar