viernes, 17 de agosto de 2012

La Economía Digital es sobre VERDADERA igualdad de oportunidades


Como estudiante de Economía me enseñaron todo acerca de las bondades del Mercado: como, en un entorno de libre mercado, se consigue una asignación eficiente de recursos que se traduce en una mejor oferta de bienes y servicios a la sociedad. También aprendí sobre las hipótesis básicas que hacen que eI libre mercado funcione. Le creo a las teorías. Pero no le creo a la realidad… como es ahora. La razón principal es que una de las hipótesis centrales no funciona. Pero la buena noticia es que la economía digital corrige esa falla.

Para que el mercado funcione correctamente, la hipótesis es que todos los participantes, tanto productores como consumidores, deben tener acceso a la misma información. Cuando hay asimetrías de información, hay abusos. Es con las asimetrías de información que los “juegos de poder” se potencian, quebrándose el principio de balance de poder. Sucede en las economías locales. Sucede en países no democráticos. Pero no sucede en la Web. No sucede en la economía digital.

Llámenme ingenuo si quieren, pero es algo que experimento y veo cada día y de forma creciente. Lo que se creó alrededor de la Web es un espacio virtual donde todos son iguales. No importa cuánto dinero se tenga. Los últimos éxitos empresariales que están en boca de todos no se construyeron alrededor de dinero, sino de buenas ideas, rapidez de acción y talento. No importa cómo se accede a Internet: puede ser desde un celular inteligente o desde un computador antiguo, puede ser mediante conexión ultra rápida de fibra óptica o con banda ancha básica. Pero una vez dentro, todos tienen acceso a la misma información, los mismos recursos y los mismos productos y servicios. Todos son iguales. La información es simétrica y nadie – nadie – tiene una posición dominante garantizada. Quien manda hoy puede perder mañana, en cuestión de días. El principal recurso económico, el conocimiento, es ilimitado y accesible a todos en igualdad de condiciones. El punto es cómo usarlo. Es como si, en la economía capitalista nos dijeran “¿Dinero? Ahí está, todo el que quiera. ¿Qué va a hacer con él?”. Reconocer al conocimiento como recurso es lo que hace de la economía digital una economía verdaderamente de libre mercado, pero que funciona como tal, porque cumple con las hipótesis sobre las que se basa.

La Internet ha transformado los negocios y las Sociedades, y seguirá haciéndolo a velocidad creciente. La economía digital está fundada en un principio que hasta ahora se ha cumplido año tras año: la “Ley de Moore”, por la cual cada 18 meses se duplica la capacidad de procesamiento sin subir el costo (de hecho, bajándolo). ¿Sabía que la capacidad de procesamiento de su Smartphone es superior a la que tenía Huston cuando el hombre aterrizó en la Luna? Una economía basada en ese paradigma no puede más que ser exponencialmente dinámica, y los datos avalan esta hipótesis. Desde que se creó, la economía digital ha estado creciendo año tras año en dos dígitos, generando 2,6 puestos de trabajo por cada uno que destruye, con puestos nuevos de mejor calidad. ¿Quiénes se benefician más? Las PYME y los profesionales independientes[1].

El cambio principal en la economía del conocimiento es la autonomía individual, permitiendo que las personas como consumidores se conviertan en personas como productores de conocimiento, de innovación, de energía... de alimentos. El concepto de una gran empresa donde las personas son trabajadores por cuenta ajena es obsoleto en la economía del conocimiento.

Los servicios profesionales centrados en consultoría están aumentando a tasas muy altas (lo sé: he estado allí durante los últimos 16 años!) Herramientas de fabricación capacitarán a las personas para hacer cosas desde su casa con tecnologías como la impresión 3D. Permitirán la fabricación de prendas de vestir a medida y personalizadas. A pequeña escala, la agricultura hidropónica residencial ya está siendo comercializada. En la economía del conocimiento (o digital), el 50% o más del valor del PIB será creado por individuos autónomos que son empresarios individuales y productores. Con herramientas informáticas conectadas a la nube, la gente puede hacer transacciones bancarias en tal magnitud, que los bancos no son necesarios. 

El siglo 21 es la era de Autonomía. Las ciudades se convertirán en estructuras distribuidas. La definición técnica de este tipo de organización es una arquitectura holónica y la gente son “holones” - agentes  independientes, pero interconectados y en cooperación. Los sistemas holónicos son sistemas distribuidos y son más rápidos, más confiables y económicamente más eficientes y baratos de operar que los sistemas centralizados. Internet es de por sí un sistema holónico, “el” sistema holónico actualmente en operación. Los computadores personales y los celulares son partes de un sistema holónico. Una democracia pura tiene voto holónico. Los sistemas naturalmente evolucionarán para convertirse en holónicos[2].

A medida que este "sistema" holónico se desarrolle, más y más personas se incorporarán a su independencia económica, trabajando en red. A medida que este sistema holónico se desarrolle,  el poder pasará desde grandes entidades (empresas, el Estado) a entidades distribuidas (la web, las personas conectadas en red, crowdsourcers). Como he escrito en repetidas ocasiones, esta web tiene una "voluntad propia", como la del anillo del Señor de los Anillos. Tiene su propia agenda. Corre con sus propios planes. Ha creado un valor gigante en muy pocos años, y un proceso de gran innovación en el que estamos viviendo, pero del que vemos solo los primeros pasos (la "Belle Epoque", que fue otra época de gran innovación, duró 70 años). Incluso puede pedir prestado el concepto de la psicohistoria de Asimov (aunque eso sería demasiado dramático, pero me entienden el punto).

Así pues, esta ola de innovación digital está trayendo consigo un nuevo paradigma de Sociedad. Puede que no sea evidente para muchos o la mayoría de las personas que trabajan y viven en la actualidad. No estaba claro para la gente que vivió en el siglo 19 cuando frente a ellos sistemas políticos de monarquías absolutas cayeron y fueron reemplazados por las democracias, y el mercantilismo fue superado por el capitalismo. Todavía no somos conscientes de que lo que está pasando ahora no ha sucedido hace miles de años: de hecho, desde que se inventó la escritura. Somos una raza social, por lo que  los paradigmas de la comunicación son hitos para permitir la transición en los avances en la humanidad. Tomó 7.000 años para que la escritura fuese masificable, con la invención de la imprenta. Tuvieron que pasar otros 500 años antes de que se pudiera decir que la nueva tecnología estaba disponible para un 30% de la población mundial, y pudiera ser considerada como un valor universal. Sin embargo, han bastado 20 años para que a la Web pueda acceder un 30% de la población mundial, y que haya sido declarada como "derecho humano fundamental" por las Naciones Unidas.

¿Por qué todo eso? Porque en la economía digital está la verdadera igualdad de oportunidades, especialmente para aquellos que son menos favorecidos. Poner por ello el foco del desarrollo en el talento humano es poner el foco en la verdadera igualdad de oportunidades.

Alfredo Barriga


[1] Internet Matters: the Net’s sweeping impact on growth, jobs and prosperity, Mc Kinsey Global Institute, May 2011
[2] Borrowed from my friend William Millner. Thanks, Bill!

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