Mi Licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales de la
Universidad Complutense de Madrid costó US$ 3,500 de la época (1972-1977), e
incluía el Centro de Estudios Universitarios (CEU) del Colegio Mayor San Pablo,
un centro privado de prestigio que mejoraba la educación demasiado masiva de la
Complutense. Entre el año 1977 y 1979
hice mi MBA en el IESE, que me costó US$3,600 de la época (1977-1979). Mi
primer sueldo, egresado del IESE, fue de US$2,000 líquidos de la época (1979). Por
lo tanto, el costo de toda mi formación superior, incluyendo un post grado en la
mejor escuela de negocios de España, fue equivalente a menos de 7 meses del
sueldo inicial que tuve una vez egresado.
Mi hijo acaba de salir de Ingeniería Civil de la Universidad
de los Andes. Su carrera le cuesta 27 meses de su ingreso inicial. Si quisiera
hacer el MBA del IESE, mejoraría su sueldo inicial al doble, pero ahora el MBA
del IESE cuesta US$ 80,000. Por lo tanto, si quisiera hacer lo mismo que hice
yo hace 40 años atrás, necesitaría alrededor de 35 meses para pagar todo. Eso,
antes de comprarse un auto y qué decir de una casa. Simplemente, no es rentable
tener la misma formación que tuve yo hace 40 años atrás. Mi recomendación ha
sido que no tome un MBA y espere a que el mercado corrija este estado absurdo
de cosas, como está comenzando a suceder.
Lo explico de esta forma porque el fenómeno de la
sobreinflación en el costo de la educación es mundial. ¿Qué ha pasado? Desde
luego, la educación de hoy no es 5 veces mejor que la que recibí yo,
y los sueldos no son 5 veces mejores. Esto,
comparando situaciones idénticas en
periodos distintos (costo de educación y primer sueldo después de salir), es
decir, igual paridad de adquisición de los mismos bienes, y estoy midiendo con
el mismo criterio la rentabilidad de la inversión (sueldos necesarios para
pagar la inversión). Y no estoy incluyendo la formación básica y media, porque
no cuento con los números de antes, pero sé que - en unidades de fomento – el
costo de dicha educación se ha incrementado en un 100% desde que llegué de España
el año 1992 (en colegio privado). El
costo de educación por hijo, si se lleva a un buen colegio privado, asiste a
una buena Universidad – pública o privada – y lleva a cabo un posgrado, es de
alrededor de 70 millones de pesos. No es
de extrañar que los matrimonios jóvenes se lo piensen mucho antes de tener un
hijo (además, están pagando su formación).
Según un estudio de Mc Kinsey[1],
el 80% de los nuevos trabajos que hoy se crean en Estados Unidos requieren título
profesional, pero con todas las Universidades que hoy existen allí solo se puede
cubrir el 30% de dicha demanda. Así pues, el precio se dispara, se trate o no
de organización con fines de lucro. En Chile sucede igual. Los aranceles de las
Universidades públicas se han incrementado igual que los aranceles de las
Universidades privadas, haya o no lucro de por medio. Por lo tanto, el precio
no tiene que ver con el lucro.
Una de las razones de dicha inflación es el costo del
profesorado. Al haber una mayor demanda por títulos profesionales y no haber
aumentado la oferta de profesores, su precio subió. Las Universidades han
respondido a ello contratando profesores por asignatura, una plantilla móvil
por la cual pagan entre $150.000 y $300.000 al mes por asignatura, con lo cual
han reducido el costo del claustro. Pero como la demanda por educación superior
ha sido muy superior a la oferta, los precios igual han aumentado.
El caso es que el mercado (público o privado, me da igual) no puede dar respuesta a la demanda por
formación superior con el actual modelo formativo. El claustro, la modalidad de
“profesor que imparte materia”, la cantidad de alumnos por curso, lo hacen
inviable. La respuesta más lógica sería más Universidades. Pero no es la
respuesta innovadora. Y el mercado es innovador, y ya está dando respuestas de
tal magnitud, que veremos los costos de la formación superior y de la educación
en general bajar notablemente en los próximos 7 años.
La respuesta es el aprendizaje
digital personalizado. Con un cambio en los roles de los profesores y en la
metodología de aprendizaje (sí: ya no es “enseñanza”, sino “aprendizaje”. Y el
cambio de nombre tiene todo el sentido)
En su libro “Getting
Smart: how digital Learning is Changing the World”, Tom Vander Ark nos
entrega una visión de cómo ello ya está sucediendo y se va acelerar a la velocidad de todo lo que tiene
que ver con Internet. Solo una pinceladas, ya que la mejor forma de saber qué
dice es leer el libro (170 páginas, bien redactadas, livianas de leer).
El sector de educación alternativa en Estados Unidos está
trabajando en cómo educar al siguiente billón (mil millones) de alumnos – que incluye
alumnos de países emergentes y subdesarrollados - de forma que cada uno pueda ir a su ritmo, con
la metodología de educación que se le ajuste mejor de entre una variedad de
posibilidades, una malla flexible, una mejor
calidad de formación y un costo significativamente menor. Y lo están logrando.
3,5 millones de alumnos atendieron a clases desde su casa el año 2010 en el K12
(educación básica y media), lo cual equivale al 12% de la población escolar. El
aprendizaje digital está creciendo a tasas del 40% anual, y se prevé que para
el año 2020 el 100% tenga acceso al mismo – si quiere. La predicción es que en 7
años más la mitad de los Estados habrá adoptado este nuevo sistema, que no es
100% Online, sino una mezcla (BLearning) Los profesores asumen un rol de “red
de mentores” a la cual tienen acceso los alumnos en una relación uno-a-uno.
Por el lado de la formación superior, Universidades del
prestigio de Harvard, M.I.T. y Stanford están apuntando en la misma dirección:
cómo llegar a millones de estudiantes en todo el mundo. Stanford está
trabajando en generar un Master of Science por US$ 2,000 anuales, lo cual pondrá
una presión enorme en el modelo actual de formación superior. Entre un MSc. de Stanford
a US$2,000 anuales y un título en una buena Universidad chilena a US$ 8,000 por
año, no hay donde perderse. También en este caso se trata de llegar a más alumnos
con una mejor formación y costos mucho más bajos. Harvard y M.I.T., por su
parte, lanzaron en abril de este año la plataforma eDX, que entregará gratis
contenidos de alta calidad. El modelo de negocios está en la acreditación.
Tanto en uno como otro caso, cada alumno podrá generar un “curriculum
digitae” donde vayan quedando las competencias demostradas que va adquiriendo,
sobre una malla curricular personalizada, que quedará a disposición del mercado
del trabajo para potenciales empleadores. De esta forma, cada alumno puede
focalizar su formación hacia aquellas materias en las que tenga más talento y
sienta mayor afinidad, y se comienza a cumplir el paradigma sobre el que he
venido insistiendo desde hace años: que cada persona trabaje en lo que más
talento tiene y donde más le gusta, para aumentar significativamente la
productividad personal y de la economía mundial, generando mejores ingresos y
derrotando a la pobreza.
Desde que salió la Web, se había venido pronosticando que
traería un cambio radical en la educación, pero hasta ahora no había sucedido. Eso
va a cambiar rápida, acelerada y profundamente. Aquéllos países que no adopten
el nuevo paradigma con la misma rapidez y profundidad se quedarán atrás en la
Sociedad del Conocimiento, porque seguirán generando mano de obra estándar a
costos absurdamente altos. La “zona de comodidad” del negocio de la educación
se terminó. Da igual si es pública o privada, con o sin fines de lucro. Los
supuestos económicos sobre los cuales se funda el actual sistema educacional no
son sustentables en el tiempo, debido a que el retorno sobre la inversión en
educación cayó a niveles de ineficiencia casi escandalosos.Lo que me parece increíble - porque he hablado con ellos - es que las Universidades actuales están convencidos de que el actual costo de la educación superior es inmodificable.
Lo siento especialmente por la generación actual, que le tocó
pagar este costo. Algún tipo de ayuda deberían recibir – todos – ya que la
reducción de costos beneficiará a las nuevas generaciones pero dejarán
hipotecadas a las actuales.
Alfredo Barriga
Interesante artículo Alfredo. Como tu bien dices, el mercado ya está dando señales del cambio de la tendencia alcista (y nefasta) del costo de educación. Ejemplo de ello es la iniciativa Coursera, que reúne ya a 16 prestigiosas universidades, llegando a dar 116 cursos online gratuitos. Yo tomé uno de esos cursos el año pasado y la calidad es excelente.
ResponderEliminarMás info en http://www.webmining.cl/2012/08/coursera-nuevos-cursos-online-gratuitos-de-data-mining-machine-learning-y-estadistica/
Muy buen artículo. Saludos!
Mariano Silva
Gracias Mariano. Conozco Coursera, son muy buenos. También está Udemy y hay que estar atentos a lo que liberen en Septiembre Harvard + MIT a través de eDX
ResponderEliminarSaludos
Interesante y promisorio. Sin embargo, no soluciona un problema de fondo de la educación superior chilena: 40% de los que están ingresando a ella no comprende lo que lee ni puede realizar operaciones aritméticas sencillas. Otro tema es la ENORME resistencia de porfesores, escolar y universitarios, para cambiar sus métodos de enseñanza. Pero insisto, es una avenida a explorar.
ResponderEliminarSaludos
Si el foco es en el desarrollo de talentos, los dos temas que señalas pasan a ser críticos. En cambio, con el sistema actual, importan un bledo... de hecho, como te comenté, el Ministerio de Cultura hizo una encuesta sobre lectura y arrojó que solo el 3,3% de los chilenos sabe leer críticamente. A nadie le importó un comino el dato.
ResponderEliminarMe temo que si no cambiamos ya el foco completo de la educación, su objetivo, su misión y su visión, vamos a seguir igual que antes. La solución no está en más recursos: eso ya se ha hecho año tras año desde el retorno de la democracia, y seguimos igual.
La solución está en cambiar entonces el objetivo, misión y visión de la educación, en el sentido de que debe ser para descubrir y desarrollar los talentos de cada estudiantes y ponerlos a trabajar donde más afinidad tengan. En ese momento, el problema que señalas pasará a estar en primera línea. Y solo cuando esté en primera línea se hará realmente algo para resolverlo. Hasta entonces, esos problemas, que tu y yo compartimos, a nadie le importan un bledo.
Saludos
Hay una propuesta radical, muy interesante, del profesor Mung Chiang de la Universidad de Princeton que se llama "3 nigths and done" http://www.3nightsdone.com/ en el fondo dice que el contenido de un semestre de clases se puede aprender en tres noches o fines de semana, siempre que la clase la haga un experto mundial en la materia. Incluso ofrecen entregar un certificado a costo cero, aunque en este caso la certificación es lo que menos importa.
ResponderEliminarLo interesante es que es cierto, yo hice un curso "How Can We Reach Universal Broadband?" algo así como la "banda ancha para todos" hecho por Victor Glass, ex presidente de la asociación nacional de Carriers en USA y el total de videos -que debe ser de una o dos horas- entrega un contenido profundo y "destilado" de toda palabrería inútil sobre la evolución de las regulaciones de Internet. Creo que un curso de un par de horas de un experto puede reemplazar -con ventaja- un semestre de clases tradicionales hechas por un profesor mediocre. Es un concepto muy interesante.
Sobre el retorno económico de la educación superior, creo que pronto va a pasar a la historia. Solo tiene valor lo que es escaso, cuando la educación superior se masificó su valor se fue abajo, la ley de oferta y demanda es inflexible con eso, Brunner -como buen socialista- no se dio cuenta de algo que es más o menos evidente.
"La respuesta es el aprendizaje digital personalizado..." Asimov imaginaba en el año 1988, como la computadoras e Internet cambiarían la educación: "...Donde cada estudiante podría aprender de primera fuente, a su propio ritmo y donde todos pueden tener acceso a un computador..."{1}
ResponderEliminarCreo que su artículo cae en un error al decir "...generar un “curriculum digitae” donde vayan quedando las competencias demostradas que va adquiriendo, sobre una malla curricular personalizada, que quedará a disposición del mercado del trabajo para potenciales empleadores..."
La ley de Conway dice "organizations which design systems ... are constrained to produce designs which are copies of the communication structures of these organizations".{2}
Si los MOOC's decantan en un modelo de organización basada en redes de profesores-emprendedores, la gente que formarán serán redes de profesionales-empredendores, gente dispuesta a generar nuevos mercados y nuevas redes. El "mercado tradicional" de empleadores será más lento en aceptar su “curriculum digitae”, porque el público objetivo son ellos mismos, adquirir habilidades y conocimientos, para generar sus propias empresas, muy lejos del paradigma de ser empleados de una empresa. Yo entiendo que para llegar a eso se requiere tiempo, por lo que me siento cómodo con el paradigma del empleado-emprendedor como el que promueve Antonino Parisi.
Referencias
{1} http://ideaschile.wordpress.com/2011/05/17/p2p-education/
{2} http://blog.sethroberts.net/2011/06/07/conways-law-and-science/