viernes, 4 de julio de 2025

Futuro Presente II - Capítulos 5, 6 y 7

5. Que es Transformación Digital Este es un término del cual se ha abusado, especialmente por parte de los proveedores de productos digitales: todos reclaman que su producto lleva al comprador hacia la transformación digital. Ninguno explica cómo. Y hay un malentendido de base: en la frase “transformación digital” el término clave es “transformación”, no “digital”. Si hiciera una analogía, es como volver a armar una figura de la empresa o de la organización usando piezas de LEGO. Parte de las piezas son las tecnologías digitales, pero lo que importa es qué figura queremos construir con esas piezas. Y hay varias partes de la figura que no son tecnologías digitales. Entre las empresas con las que converso y de las que leo veo ese error conceptual continuamente. Lo que se busca con la transformación digital es mejorar el actual modelo de negocios usando tecnologías digitales. Se busca hacer los procesos más rápidos y menos costosos. En algunos casos – contadísimos – se busca entender qué quiere el cliente. En la mayoría de los casos, se busca cómo vender más usando tecnologías digitales, sin preguntarse qué quiere el cliente. Nada de eso es transformación digital. Aplicando otra analogía, para que haya transformación digital la empresa debe pasar de oruga a mariposa, usando especialmente – pero no únicamente – tecnologías digitales. Las tecnologías digitales son al siglo 21 lo que la fábrica fue en el siglo 20: la infraestructura que crea valor.   6. La transformación digital de los negocios La transformación digital de los negocios no es acerca de incorporar tecnologías digitales al negocio, sino de cambiar su modelo. Es conocer todas las tecnologías digitales al alcance, entender qué son y para qué sirven, y luego hacerse la siguiente pregunta: si tuviera que partir desde cero la empresa, con todo lo que he visto, ¿cómo sería? Es centrarse en el cliente y sus necesidades una vez se entiende cómo funcionan las tecnologías. Es entender que en la frase “transformación digital” la palabra clave es “transformación”, no “digital”. Digital es solo la herramienta que permite la transformación. Hoy se han puesto de moda los términos asociados a empresas tecnológicas de diversos sectores, como las “Fintech” (banca), “Insurtech” (Seguros), “HealthTech” (Salud), etc. Este tipo de empresas – que se han multiplicado – se ha dedicado a hacer dos cosas: dar mejores soluciones a las necesidades de los usuarios de las empresas incumbentes, y redefinir el modelo de negocios. Si un cliente de una Fintech tiene una excelente experiencia de atención por vía remota, y puede llevar a cabo todas sus operaciones desde una App o desde un sitio Web, ¿para qué necesita la Fintech sucursales bancarias? Y si ha conseguido automatizar todos los procesos de atención a clientes, análisis de riesgos, petición de créditos, aprobación de créditos, firma de créditos… ¿para qué necesita personal en esas funciones? Pues eso es lo que están haciendo las Fintech. Ya no es solamente que puedan hacerlo más barato que un Banco tradicional, sino que la “experiencia de cliente” es mucho mejor. Aplica a todos los productos y servicios. Y es por allí que los negocios tradicionales están perdiendo tracción. La principal innovación no es por tanto en la incorporación de tecnologías digitales – esa es la herramienta – sino la redefinición de la “experiencia del cliente”, haciendo que ésta sea más fluida, flexible, fácil, amable. Experiencia del cliente que abarca todas las posibles relaciones del cliente con la Fintech. Para buscar información. Para conocer su situación financiera. Para pedir un crédito. Para pagar una tarjeta de crédito. Quiere que su banco no le mande “créditos pre-aprobados” cuando no los necesita, sino cuando los necesita. Creo que este ejemplo ilustra bien en qué consiste la transformación digital de un negocio. Usar PPT donde explico 7 modelos de negocio nuevos. 7. Un modelo educativo para la Sociedad Digital Siendo el talento el más importante de los recursos económicos – y actualmente, en mi opinión, el más desperdiciado a nivel mundial – la creación de un sistema educativo para la Sociedad Digital es la tarea más importante para los países que quieran recibir sus beneficios. Desde que escribí mi anterior libro el año 2016 – donde también me refería ampliamente al tema – no ha sucedido nada nuevo en América Latina. Afortunadamente – y por desgracia – tampoco hemos avanzado mucho en el resto del mundo. De hecho, en mi anterior libro citaba las proyecciones que hacía Tom Vander Ark en su Libro “Getting Smart: how digital learning is changing the World”. No se ha cumplido ninguna. El efecto es que estamos desarrollando una sociedad con las herramientas equivocadas, lo cual va a provocar necesariamente cuellos de botella respecto de habilidades y competencias disponibles versus demandadas. En base a ello, se entenderá mejor mi visión sobre el sistema educativo que requiere la sociedad digital. Esencialmente nuestro sistema educativo no ha cambiado desde que se inventó hace 200 años. El formato es el mismo: un aula, un profesor, varios alumnos, una asignatura, unos conocimientos que aprender a través de la exposición del profesor a los alumnos, una misma metodología de aprendizaje para todos los alumnos, un sistema de evaluación estándar y homologado. Este sistema se creó durante la revolución industrial para generar la mano de obra que se requería . Ésta trajo el imperativo de la educación masiva, de donde se derivó la educación pública. Se requería una gran cantidad de personas con determinada formación intelectual, lo cual no era posible con los colegios existentes en el momento. Surgió entonces la idea de formar a personas que hasta ese momento eran analfabetos, financiado con fondos del Estado, en colegios hechos por el Estado. Eso fue una idea revolucionaria. Se estandarizó la metodología de enseñanza, se homologó la malla curricular, y se estandarizó el formato de evaluación, basado en calificaciones por comprensión de materia y adquisición de habilidades y valores. Al ser masiva, la educación requiere de mallas curriculares uniformes para todos, con pruebas estándares iguales para todos. Entrega por lo tanto una formación uniforme a personas distintas. Para algunos – la minoría – coincide con sus talentos y afinidades. Pero a la mayoría no les permite desarrollar sus talentos personales. Salen del proceso educacional con habilidades que no necesariamente son sus habilidades naturales, ni mucho menos aquéllas por las que sienten afinidad. Por lo tanto, el sistema educacional que hay actualmente no permite a las personas desarrollar plenamente sus talentos, debido a que está formulado en términos de uniformidad. La uniformidad mata la creatividad. La educación, tanto básica como media y superior, ha sido enfocada como un proceso lineal, igual que una fábrica de montaje propia de la sociedad industrial. La estandarización de las mediciones mide el nivel “promedio” –peligroso concepto - alcanzado por cada alumno en cuanto a asimilación de materias. La Universidad o el colegio capacitan primero y acreditan después, los conocimientos y habilidades aprendidas contra un sistema promedio y objetivo de medición de esos conocimientos y habilidades. Los títulos – de enseñanza básica, media o superior – acreditan un conjunto de habilidades y conocimientos, entregando un título o grado académico bajo un nombre que representa una parcela del saber y dice que la persona que posee dicho título está capacitada. Hoy el conocimiento se ha especializado, y lo seguirá haciendo en la medida en que haya mayor cantidad de contenidos y mayores usos para cada sub especialización, lo cual también está sucediendo. La Sociedad del Conocimiento requiere cada vez más de más talentos. El talento es el recurso más importante que existe en el mundo, y el que más se subutiliza. Hay 7.000 millones de habitantes, todos ellos nacidos con talentos naturales. Pero muy pocos pueden decir que están trabajando en algo relacionado con esos talentos naturales. La mayoría ni siquiera sabe cuáles son esos talentos naturales, porque los sistemas educacionales no tienen esa perspectiva (descubrir talentos) dentro de sus principales roles. El talento que se requiere en la Sociedad del Conocimiento no es “promedio” ni “estándar”: es personal. El talento, además, es más productivo cuando trabaja en un ambiente colaborativo. Eso es una gigantesca subutilización de recursos: la mayor ineficiencia en la distribución y aplicación de recursos en el mundo. En parte, ello es debido a que no es medible, por lo cual no está ni en los modelos económicos ni en las políticas públicas. Pero también es porque no está al centro del modelo educacional. Cierto, la educación en teoría tiene como uno de sus objetivos el desarrollo de los talentos de la persona, pero el modelo que emplea no está pensado para descubrir los talentos personales, sino unos talentos “de referencia”. Cuando se habla de “talento profesional”, usualmente es referido a determinadas áreas de la dimensión humana, medibles a través de un único criterio, el cociente de inteligencia intelectual. Bajo ese criterio, una persona con síndrome de Down nunca puede tener talento. Desde que comenzó la educación pública, aunque con el tiempo se haya cambiado la “malla curricular” (qué se enseña), la “metodología” se ha mantenido igual. Por lo mismo, la sociedad va a tener que rediseñar por completo el sistema mundial de educación. En vez de “pasar materia” tendrá que “desarrollar talentos”, porque con éstos se tienen las herramientas para acceder a la información y entenderla, y con ello se puede generar conocimiento. Ya hoy la cantidad de información a la que tiene acceso un alumno supera con creces su capacidad de filtrarla, curarla y absorberla. Y esa información es la materia prima de su aprendizaje, sobre todo para aprender a aprender. Las asignaturas estarán alineadas con la generación de habilidades y competencias para asimilar, manejar y crear conocimientos. Por supuesto, varias de ellas serán conocimientos en sí mismo, como las matemáticas o la gramática. Pero el objetivo será que el alumno aprenda a vivir en un entorno de formación continua (life-long learning), que está bastante alejado del modelo actual de enseñanza, al menos en América Latina. Necesitará conocer y manejar herramientas que le permitan saber qué información necesita, qué hacer con ella, y cómo generar conocimiento a partir de la experiencia, de forma que la siguiente vez sea más fácil y con mejores resultados. En esto, la Inteligencia Artificial jugará un rol principal. En un documento de investigación, el Mc Kinsey Global Institute concluyó que los puestos de trabajo donde hay demanda creciente son los que tienen que ver con solución de problemas complejos, mientras que los trabajos que se están destruyendo tienen que ver con tareas que pueden ser automatizadas o transformadas en rutina, y las de producción (procesos de conversión de materias primas en productos terminados). En América Latina seguimos educando a los jóvenes para llevar a cabo estas tareas. Estamos creando – como ya dijimos – un desempleo estructural ilustrado, como el que ya se ha creado en Europa, y que están tratando de revertir . La economía y la competitividad de las naciones irán mejor en aquellos lugares donde se usen mejor los talentos inherentes de la población que existe. Uso el término “inherente”, referido a los que cada persona trae al mundo de forma natural. No implica que no se puedan y deban desarrollar otros talentos, pero es en los talentos naturales donde habrá mayor productividad por unidad de esfuerzo invertido. Todo esto requiere sistemas alternativos de educación: personalizados, pero escalables. Enfocados al desarrollo del talento de cada persona: adoptados a la persona, no al revés. Personas capacitadas para trabajar interconectadas, en red. Para ello, el colegio debe ser el lugar donde se descubren los talentos de cada alumno y se orientan hacia su desarrollo. Debe ser un lugar de encuentro, donde el alumno aprende a establecer vínculos y trabajar en equipo. Debe ser además un lugar donde recibe y desarrolla valores, que le servirán para orientar sus talentos hacia el bien común y para apreciar el esfuerzo, la disciplina, el sacrificio y el rigor en la investigación. Y, por supuesto, un lugar donde “aprende a aprender”. La Universidad debe ser el entorno de profesionalización del alumno. Ya ha descubierto durante su estadía en el colegio cuáles son sus talentos. Ha sido entrenado en el rigor, la disciplina, el esfuerzo, el trabajo en equipo. Tiene una base cultural y teórica del conocimiento general. Ahora hará de todo ello una profesión. La Universidad entregará herramientas para profesionalizar al alumno. Le permitirá especializarse en materias que le son afines y en las que ha demostrado talento. Le permitirá generar un currículo académico adhoc a sus talentos y afinidades, orientando todo lo que aprendió en el colegio hacia una profesión.

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