martes, 19 de agosto de 2014

Conferencia de un multibillonario USA a sus pares sobre la evolución de la economía

En noviembre de 2007 publiqué un post titulado "¿Salario ético o sentido común? La Teoría del Bombeo". Siete años después, un multibillonario de Estados Unidos, en una Conferencia TED a sus pares, vuelve con la misma idea. 

Rick Hanauer es multibillonario. Estuvo entre los primeros inversores de Amazon. Creó una empresa que luego vendió a Microsoft por 6,4 billones de dólares. Y está convencido que la creciente desigualdad en los ingresos (en Estados Unidos es peor que en Chile) está llevando a la economía y al capitalismo a la ruina. Explica por qué en su conferencia. Y da un remedio. El mismo argumento que usé para mi Teoría del Bombeo. 

Esencialmente, dice que mejores sueldos hacen que haya más ventas, lo cual aumenta la utilidad de las empresas, que crecen y contratan más personal, generando un círculo virtuoso. La teoría del chorreo, aplicada por el pensamiento neoliberal, es errónea. Lleva a la concentración de la riqueza, y ésta mata al capitalismo porque mata el crecimiento. Es la clase media la que hace ricos a los ricos, y no los ricos los que hacen prosperar a la clase media. 

Si no se reducen las desigualdades, estamos incubando una revolución social como la revolución francesa o la bolchevique. El capitalismo, cuando se administra bien, es la mejor tecnología social jamás inventada para crear prosperidad en las sociedades humanas. Pero si no se controla, tiende hacia la concentración y el colapso. La mejor forma de preservar las bondades del capitalismo es - contrariamente a lo que muchos economistas plantean - mejorar los sueldos mínimos, forzando a los empresarios a mejorar la productividad del trabajo. 

La sociedad del conocimiento es acerca de desarrollar talentos y ponerlos a trabajar donde mejor funcionan y más les gusta. Es la forma de conseguir aumentar en ordenes de magnitud la productividad del trabajo. Es lo que permitirá mejorar sustancialmente los sueldos, creando consumidores con mas poder de compra, e impulsará la economía.  

Rick pone el ejemplo de dos ciudades que en Estados Unidos aumentaron el sueldo mínimo a 15 dólares la hora. ¡Qué casualidad! Una - San Francisco - es donde está Silicon Valley, y la otra - Seattle - es la sede de Microsoft y Amazon.com. La evidencia empírica - aunque sean solo dos ejemplos - muestra por lo tanto que son las empresas del conocimiento las que permiten que los sueldos mínimos mejoren y la nueva clase media prospere. En el pasado fue la industria, y fue su gran desarrollo - junto con la ley que, después de la Segunda  Guerra mundial, le dió la oportunidad a los soldados que volvían a su casa entrar a la Universidad - lo que alimentó a la fuerte clase media norteamericana, que hoy está de capa caída, salvo en las industrias del conocimiento. 

El eslabón débil en el razonamiento de Rick es que parte de un aumento del sueldo de la clase media sin un aumento en la productividad en el trabajo. Si Henry Ford pudo pagar mejor a sus empleados para que pudieran comprar los autos que fabricaba, fue porque fue capaz de crear un incremento radical en la productividad en la fabricación de automóviles. Subir los sueldos sin incremento de productividad no garantiza un crecimiento económico sostenido. No por nada los dos ejemplos que cita (San Francisco y Seattle) son ciudades donde hay una gran penetración de las empresas del conocimiento, que están generando un aumento radical en la productividad del trabajo. De donde se sigue que la receta va más bien por el lado de fomentar el uso de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC), que es la que permite aumentar la productividad y los salarios.  

Pueden ver la conferencia en el link puesto arriba o pueden leer la traducción en http://www.slideshare.net/albacicl/traduccin-de-la-conferencia-ted-de-rick-hanauer-a-sus-colegas-billonarios (cortesía de Francisco Barriga) 

Alfredo Barriga



1 comentario:

  1. Respeto tu opinión, pero no la comparto. Los fundamentos de tal posición son análogos a los del keynesianismo. El tema no es nuevo.
    Problemas que le encuentro: 1. A mi juicio, se está confundiendo la causa con el efecto. El capitalismo ciertamente es la mejor forma de fomentar la creación de prosperidad -riqueza- en las sociedades humanas. Pero su eficacia económica suele verse limitada en razón de que la alegada necesidad de control -política- suele salirse de cauce y lo convierte en otra cosa: un sistema de privilegios que aunque se vista de beneficio social no responde al verdadero interés de las mayorías. 2. El principal problema ético suele ser la conversión en temas éticos de cuestiones que estrictamente no lo son. Y se cita un caso: un salario "ético". Al respecto, me parece que no han perdido actualidad lo que ya dijeron hace varios siglos los "moralistas", que no economistas, de la Escuela de Salamanca. Y, aunque no resulte políticamente correcto afirmarlo, me parece que la igualdad, lejos de ser un imperativa ético es justamente lo contrario. Ciertamente, también me parece inmoral que unos hagan mucho o poco dinero al amparo de privilegios y restricciones artificiales a la operación de mercado, que no es más que la concreción de la naturaleza humana -regla de oro de la ética- en el ámbito de lo económico.
    En cuanto a la evidencia empírica que se cita, no discuto lo que ésta dice, pero me parece que conduce a otra cosa, que está mal leída. El auge económico de la posguerra se explica mejor por el relajamiento de las políticas económicas rooseveltianas. Lo sucedido en San Francisco y Seattle es análogo a lo sucedido en la Revolución Industrial: avances tecnológicos permiten un aumento de la productividad de los trabajadores y por consiguiente inciden favorablemente en su remuneración. A la larga, que no a la corta, trajeron un auge de la clase media y un mejoramiento en las condiciones de vida de todos, particularmente de los más pobres.
    Estoy consciente de que mi postura no resulta popular -por no decir populista-. Pero el mundo da vueltas y ya volverá a calar el sentido común. Lo cierto es que coincidimos en la preocupación por mejorar los salarios reales de todos. La discrepancia está en los medios.
    Un abrazo,
    Walter Widmann

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