domingo, 3 de marzo de 2013

Educación y cultura digital (#edcmooc)


Esta semana he terminado un curso masivo y abierto (Massive Online Open Course o MOOC como se han dado en denominar) impartido por la Universidad de Edimburgh, sobre aprendizaje en línea y cultura digital (www.coursera.org/course/edc). Ya se está anunciando una segunda versión, dado el éxito de la primera. 

Participaron cuarenta mil personas de decenas de países, todos profesores o ligados al mundo de la educación, generando una dinámica de grupo impresionante, agrupándose por idioma, zona geográfica, transversalmente, por oficio o rol en la educación, etc.  Gracias a ello, se generó una red mundial de contactos, una comunidad de expertos a nivel mundial. Los de habla hispana creamos un grupo en LinkedIn denominado MOOCs en Español (http://www.linkedin.com/groups/MOOCs-Espa%C3%B1ol-4862372?home=&gid=4862372&trk=anet_ug_hm)

El curso no estaba pensado como una cápsula de conocimiento, sino como un “ágora virtual” para discutir sobre la validez del uso de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) en la educación. Se generaron cientos de discusiones, se postearon cientos de blogs y se generaron miles de tweets vía Twitter (#edcmooc y #edcmchat). Hubo dos “hangout” a través de Google, en los que los profesores expresaron sus puntos de vista a partir de las discusiones que se habían generado en la semana.

Para conseguir un certificado de compleción del curso había que hacer un “artefacto digital”, que a fin de cuentas es una expresión basada en herramientas digitales sobre algún aspecto del curso – conclusiones, ideas, pensamientos, artículos. Fue increíble la cantidad de herramientas que pusieron a nuestra disposición para armar el dichoso “artefacto digital”. Jamás hubiera imaginado que hubiese tantas, tan buenas y tan sencillas de usar. Herramientas para explicar una idea o un concepto alrededor de una historieta tipo “comics”, o una animación de dibujos animados (prehecha, uno escoge los caracteres y el escenario, y le pone diálogo y movimiento…), o la unión de diversos contenidos existentes en redes sociales. Encontré más de 50 herramientas (imposible meterse con todas) e incluso un portal donde están todas (“cool tools for schools” en http://cooltoolsforschools.wikispaces.com/). Adjunto link a mi artefacto digital, para que tengan una idea, realizado con herramientas “tradicionales y antiguas”: “Power point” y “camtasia estudio: http://www.youtube.com/watch?v=jqz8umfCJ0E. La creatividad mostrada fue enorme. Cuando salgan los ganadores, los incluiré en este post. 

Otra innovación educacional fue la evaluación del MOOC. Puesto que el equipo de 5 profesores no podían físicamente evaluar miles de ejercicios en tres días, fuimos los propios alumnos quienes tuvimos que evaluar al menos a tres compañeros. Pero una evaluación fundada, es decir, explicando el por qué de la nota. Los alumnos recibían así feedback de sus pares, acerca de qué estuvo bien, qué no tan bien, y por qué. Por supuesto, hubo alumnos que se sintieron injustamente mal evaluados – con miles de participantes, hubiera sido sospechoso que no sucediese. Esta evaluación era obligatoria para conseguir el certificado de compleción. La verdad, la experiencia de evaluar fue muy entretenida, casi “adictiva”.

Los MOOC vienen para quedarse. Los modelos de negocio que les van a dar sustentabilidad serán el pago por los cursos – estos cursos gratuitos seguirán existiendo, pero serán un “gancho” para cursos de mayor valor agregado – y la acreditación (el “cartón”). Gracias a las plataformas digitales, estos MOOC serán validados por el propio mercado (con los clásicos “me gusta”/ “no me gusta”, comentarios de usuarios, valoración de empresas que contratan personas que asistieron a los cursos, etc.). Y, lo más importante, van a bajar los precios de la educación.  La demanda por educación, con los MOOC, se va a disparar. Pero, como ya está siendo habitual con todo lo que está relacionado a Internet, la oferta se va a crear rápidamente.

El uso de tecnologías de la información (TIC) en el aula ya no son ni siquiera una opción. De lo que se trata es cómo usarlas para hacer de nuestros estudiantes la mejor versión de sí mismos en un mundo donde las TIC son omnipresentes. 

Ese camino del que he hablado en otros posts, de un cambio radical hacia una educación universalmente accesible, personalizada, sustentable y de calidad ya ha comenzado. Deseo de corazón que ojala en mi país la discusión alrededor de la educación cambie de tono y de fondo, y en vez de seguir buscando más dinero para hacer más de lo mismo, se centre en abrazar los nuevos paradigmas que están cambiando el mundo. De lo contrario, mucho me temo que nos quedaremos atrás.

Como dijo el Presidente Piñera en su campaña hace 4 años atrás, la Sociedad del Conocimiento va a crear oportunidades que no podemos ni soñar en aquellas naciones que la abracen, pero no va a tener paciencia con las naciones que la ignoren. Ojalá no nos quedemos entre éstas últimas. Me recordaría la última frase de "Cien años de Soledad" acerca de que "las familias condenadas a cien años de soledad no tendrán otra oportunidad en la historia". 

Alfredo Barriga