viernes, 12 de abril de 2013

El dilema de la educación gratuita – separando el trigo de la paja


Si todos trabajasen en lo que tienen más talento y más les gusta, si pudieran desarrollarse profesionalmente en su “elemento”, como dice Sir Ken Robinson, la economía de una nación estaría en el mejor lugar donde puede llegar a estar, y sus ciudadanos serían más felices de lo que son. Son los recursos intangibles (talento, creatividad, capacidad de innovación) los que realmente permiten a una nación prosperar. Sin embargo, la humanidad lleva 7 mil años ignorando esto, y pensando que la prosperidad viene exclusivamente del acceso a recursos naturales y financieros. 

El principal recurso del siglo 21 es el talento, la creatividad, la innovación. No se puede seguir pretendiendo que un modelo económico basado en la competitividad mundial en recursos naturales sea lo óptimo para una nación. Sin embargo, nuestro país lleva más de 30 años embarcados en un modelo económico basado en sus recursos naturales, con la perenne promesa – hasta ahora incumplida – de que ello nos llevará a desarrollo y a una sociedad más justa e igualitaria.

Frente a la realidad del incumplimiento de la promesa se levantan dos opciones políticas. Ambas son incapaces de ver fuera de la caja, y siguen defendiendo el mismo modelo económico basado en recursos naturales. Unos defienden que con más mercado el desarrollo por fin llegará. Los otros defienden que será con más Estado. Ambos están equivocados. Será con más talento. Y para ello, Chile requiere una revolución en la educación.

Hacer posible que cada habitante de este país sea capaz de desarrollar plenamente los talentos con los que nació y los que pueda desarrollar a lo largo de su vida debería ser el objetivo de la educación, junto con la de ayudar a los padres a formar personas íntegras de sus hijos.

Conseguir ese objetivo quiere decir que cualquier persona viviendo en Chile debe tener acceso a una educación de calidad enfocada en conseguir que identifique y desarrolle sus talentos. Eso supone una educación personalizada, que con el actual sistema es imposible. Las nuevas tecnologías sin embargo lo hacen posible. No por nada Universidades de la fama de Harvard, MIT o Stanford están invirtiendo fuertemente en ello, a la vez que por otra parte se desarrollan sistemas que permiten que alumnos de enseñanza primaria y secundaria puedan aprender materias a su propio ritmo. Ello permite una educación de mayor calidad a un costo muy inferior al actual, ahorrando recursos a las familias de los estudiantes y/o al Estado. Y si no se reducen los actuales costos de educación, es imposible siquiera aspirar a una educación gratuita.

Por otra parte, la mejor inversión que Chile puede hacer es en la educación de su población. Ello permitirá que la misma acceda a trabajos de mayor valor agregado, lo que supone mejores sueldos y la reducción de las desigualdades históricas que siguen pesando sobre nuestra sociedad. Junto con mayores sueldos hay una mayor recaudación de impuestos, que pueden ser destinados a financiar un subsidio a la demanda por educación, escalonado según lo que cada familia puede pagar. El punto es cómo financiar la brecha entre el momento actual y el momento en que esos mejores sueldos y esa economía más desarrollada traigan mayor tributación.

Chile cuenta con esos fondos. Han sido generados especialmente en los últimos años gracias al buen precio del cobre, que sigue siendo actualmente nuestra primera fuente de recursos. Tiene todo el sentido del mundo que dichos fondos sean aplicados a generar una población mejor formada, que pueda acceder a puestos de trabajo mejor remunerados, y salir de la trampa de una economía basada solo en recursos naturales que ha sido incapaz de generar buenos trabajos para todos y reducir la brecha en los ingresos, por más que se ha intentado por Gobiernos de distinto signo en más de 30 años. Y eso se puede hacer sin necesidad de una reforma tributaria, que reduciría el crecimiento del país.

Si hay algo que se aprende de la economía de los países que se han desarrollado más rápido en los últimos 20 años, es que en todos los casos se apostó por una estrategia enfocada en el desarrollo del talento con prioridad al desarrollo industrial, o de recursos naturales, o de servicios con mano de obra intensiva pero de baja cualificación. La apuesta pagó en todos los casos. Naciones mono productoras como algunos países árabes están ahora siguiendo la misma estrategia. Ahí está el ejemplo de Qatar, invirtiendo 40.000 millones de dólares en generar una ciudad de la educación y la ciencia de clase mundial, en pleno desierto. ¿Por qué no Chile?

Ya es hora de que se implementen soluciones “fuera de la caja”. Mi preocupación es que, salvo uno, ninguno de los actuales precandidatos presidenciales tiene un enfoque propio del siglo 21. Siguen basando el futuro del país en los mismos pilares que tiene ahora (recursos naturales), pensando en que más Estado, o más mercado, o mejor Estado resolverán el problema. Siguen hablando de más de lo mismo. Y lo que necesitamos es otro Chile, uno basado en el recurso menos valorado: los propios chilenos. En el centro de ese país distinto está una apuesta agresiva y disruptiva en materia de educación: universal, de calidad, personalizada y económicamente sustentable.

Alfredo Barriga

7 comentarios:

  1. Chiavenatto...Lo primero es la gente, es el recurso humano y las escuelas públicas, en especial aquellas que atienden en sectores más vulnerables deberían tener todos los recursos para fomentarlo o crearlo.

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  2. Encuentra tu vocación y serás el motor de tu propia educación. Aprende a reconocerla en mi-carrera.com

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  3. Hola Alfredo,
    Estoy muy de acuedo con muchas de las cosas que planteas, creo que la descentralizacion y diversidad en la educación son tremendamente necesarias. Sin embargo soy muy pesimista sobre la posibilidad que un gobierno fomente esas políticas, incluso veo dificil que las admita. Es mi impresión que la idea de "educación de calidad" que tiene el 90% o más de los chilenos -partiendo por la mayoría de los políticos del actual gobierno y oposición- es un modelo completamente centralizado e igualador, un modelo del siglo 18 de universidades napoleonicas otorgadoras de prestigio social y privilegios económicos.

    Creo que la Escuela Nacional Unificada, que hizo tambalear al gobierno de Allende, hoy tendría muchas posibilidades de ser implementada y con un fuerte apoyo de nuestra opinion pública, miope, desinformada y tremendamente ignorate. Vivivmos en un país en medio de un frenesí igualitario como no había visto nunca antes, nos estamos disparando en el pie una vez más, como tantas veces en nuesrea historia.

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  4. Cómo hemos conversado en tantas oportunidades, son los tomadores de decisiones los primeros responsables de impulsar un cambio tanto en el modelo económico como educacional. Lo lamentable, es que ellos están muy cómodos en la actual situación y sus propios interés se verían afectados con modificaciones de las reglas de juego. Ante este escenario, sólo queda movilizarse para que sean los movimientos sociales los que empujen el cambio y ser claros en que no se puede continuar igual. Los políticos no están interesados en quedar en la historia y que se les reconozca su aporte al cambio educacional luego de veinte años; lo que les importa es ser reelectos cada cuatro.

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  5. Alfredo: Estoy de acuerdo en ambas ideas, que tú las presentas como una sola y nada más que en ese pequeño detalle no coincido contigo. Solo algunas ideas: 1) hay que tener cuidado que cuando uno se refiera a los talentos no los relacione con la posibilidad de obtener un éxito económico, porque no siempre es así, sin embargo siempre nosotros y el sistema debiésemos buscar potenciarlos, aunque ello signifique ser un Sacerdote Jesuita evangelizando en un país africano. 2)El orientar la educación a que explote los talentos de cada INDIVIDUO es un cambio Gigante, a largo plazo, requiere salas de no más de 25 personas, nuevos programas de enseñanza, profesores educados y con las competencias adecuadas, infraestructura, y políticos que sean capaces de hacer estos cambios y no piensen solo en su próxima elección y seguir beneficiándose de la política, lo veo tan lejano. 3) es muy probable que este circulo virtuoso de educación, prepararme en lo que soy bueno, mayores beneficios para el país y mayor recaudación de impuestos sea como el ciclo del Carbono para poder convertirse en petróleo, años de años, por lo que es difícil convencer por ahí, aunque el beneficio cualitativo sea evidente y alcanzable en el corto plazo. 4) Ni siquiera los colegios con recursos (privados) han sido capaces de hacer esto, es más, acentúan aún más el modelo: "las profesiones que debes estudiar para que yo como colegio sea exitoso son: ingeniería, medicina, derecho, arquitectura, odontología,...", estos colegios se autodefinen como academicistas.

    Viendo los acontecimientos de estos días de abril de 2013 me voy defraudando cada vez más y pienso en que claramente NADIE se preocupa de nuestros niños, todos quieren su tajada solamente, todos son unos "Procrastinadores de la Educación", incluida una ONG que dice trabajar por la educación.

    Qué bueno que hayan personas que se preocupen de pensar en esto, es todo lo que podemos hacer por ahora.

    SI tienes un tiempo para leer tonteras, revisa el link:
    http://amorenlasala.blogspot.com


    Un abrazo

    Pablo Herrera

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  6. Gracias Pablo por tu aporte, que me permite aclarar algunos puntos.

    Cuando hablo de talento me refiero al término en su acepción más amplia, no solo al talento intelectual. Necesitamos artistas tanto como economistas. Soy padre de un niño discapacitado: necesitamos que desarrollen todo su potencial y sean ejemplo de esfuerzo y para permear a toda la sociedad de su cariño

    El plazo para poder hacer esto se está recortando. En mi primer post sobre el tema (http://onknowledgesociety.blogspot.com/2011/11/how-will-education-look-like-in-50.html), hablaba de 50 años. La realidad, con fenómenos como los MOOC y lo que describe Tom Vand Ark en su libro "Getting Smart: how digital education is changing the world" muestra que esto va a ir mucho más deprisa, y que países como el nuestro, que siguen anclados en los paradigmas de una educacion concebida en el siglo 19, se van a quedar fuera si no se mueven.

    La educación del futuro no sigue los patrones de enseñanza actuales, para nada. Los profesores serán mentores, y la interrelación física será mucho menor que la de ahora. No se requieren clases de 25 personas todo el día, eso cambiará totalmente. En Estados Unidos ya un 12% del alumnado está educándose desde su casa, con participación activa de sus padres y de una red de mentores, y eso crece a una tasa del 40 anual.

    Concuerdo con tu diagnóstico sobre que actualmente cambiar hacia estos paradigmas no le interesa a nadie en Chile y que hemos caído en una dinámica de procrastinación de los problemas de la educación donde todos quieren mantener su status quo en la enorme torta que son los fondos para la educacion. Pero, como decía Víctor Hugo, nada es más potente que una buena idea a la que le llega su hora, y al final, lo que mueve el mundo - la generación de valor económico - se rendirá ante la evidencia de que el valor generable a través del desarrollo del talento es infinitamente mayor que el actual: la torta será infinitamente mayor, como fue en su día la revolución industrial respecto de la realidad económica que en se momento imperaba (mercantilismo)

    Yo no estoy inventando un nuevo paradigma para la educación, me limito a describir lo que esta sucediendo en el mundo, y que aquí en Chile - al igual que en muchos otros países - se ignora consciente o inconscientemente

    ¿Que crees que van a hacer las Universidades chilenas cuando tengan que competir contra un Master of Science de Stanford por US$2,000 anuales? ¿Que van a hacer los colegios particulares cuando vean que los padres puedan "llevar" a sus hijos a colegios top en el mundo vía Internet? Lo que viene, al igual que todo lo que ha venido de la mano de Internet, es disruptivo, profundo, potente... habrá muchos que se quedarán atrás y desaparecerán, y muchos que se subirán al nuevo tren de la educación digital y que prosperarán

    Gracias por encender el debate. ¿Que podemos hacer? Difundir el debate, ponerlo en la agenda del país... tuitear este post para que el debate se genere. Escribir más sobre la materia - en modo alguno creo tener todas las respuestas para todas las preguntas, pero las preguntas siguen ahí

    Un abrazo

    Alfredo Barriga

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  7. En artículo de El Mercurio (http://www.elmercurio.com/blogs/2013/05/19/11863/la-ciencia-en-el-lugar-que-le-corresponde.aspx) Pablo Longueria reivindica la Sociedad del Conocimiento, considerándose autor de la iniciativa que crearía el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, la primera política pública REAL en esta materia en toda la historia de Chile.

    Con ello, hay un candidato en cada uno de los bloques políticos que pone el tema en la mesa. El otro es Andrés Velasco

    Eso me devuelve el optimismo en el futuro de Chile.

    Quienes quieran esto para nuestro futuro, ya saben las opciones que tienen el 30 de junio

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